Se trata de un restaurante típico parisino. Abrió sus puertas por primera vez en 1896 y todavía conserva los muebles originales donde los clientes asiduos solían guardar sus cubiertos. Se trata de un sitio curioso a nivel cultural, supongo, pero puede que debido al exceso de turistas, el servicio deja muchísimo que desear.Comer en este restaurante ronda los 18€.
También es importante tener en cuenta que a causa de la falta de espacio, en muchos establecimientos se suele compartir mesa con otros clientes. En Buillon Chartier hacen esto, así que no es de extrañar que te sienten en la misma mesa que a unos desconocidos y que compartáis la cesta del pan.
Si al final te decides por este restaurante, cuando veas una gran cola, no te eches las manos a la cabeza, va rápido y no sueles esperar más de 1/2 hora, aunque yo nunca he esperado tanto. El camarero va preguntando por el numero de personas que necesita, solo hay que estar atento ¡y no dejar pasar la oportunidad! Por otro lado, si estás por la zona y no te apetece sufrir la ineficacia de los camareros de este lugar, siempre puedes ir a la crepería de enfrente, donde se pueden probar muy ricos crepes dulces y salados, y no hay que hacer cola.
Horario de apertura:
De lunes a domingo de 11h30 a medianoche
De lunes a domingo de 11h30 a medianoche
Grands Boulevards
Dirección: 7, rue du Faubourg Montmartre 75009 Paris
Los camareros sacan la cuenta sobre el mantel de papel... y de cabeza... |
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